La tonometría es un procedimiento que evalúa la presión intraocular, siendo esencial en el diagnóstico y seguimiento de afecciones como el glaucoma. Este examen permite detectar la presencia de glaucoma, evitando potenciales problemas que podrían llevar a la pérdida de visión.
A través del empleo de un tonómetro de aire, es posible calcular la presión intraocular para prevenir posibles afecciones oculares. Valores elevados con el tiempo o incrementos abruptos en la presión intraocular pueden resultar en daños irreversibles al nervio óptico, potencialmente llevando a la ceguera.
Es de especial importancia someterse a revisiones de la presión ocular después de los 40 años, especialmente si hay antecedentes familiares de glaucoma. Estos pasos proactivos contribuyen a salvaguardar la salud ocular y prevenir potenciales complicaciones visuales.
